Homenaje a una gran profesora
Hoy vamos a tratar sobre las funciones del docente, aunque me centraré principalmente en la que me tocó en suerte en clase: la atención al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral del alumnado. Pero lo haré poniendo como ejemplo a una muy buena profesora que tuve.
Lo cierto es que, cuando pienso en profesores que
me han marcado positivamente, tengo la suerte de ver pasar por mi cabeza a no pocos nombres y caras como Alejandro Seoane, Ángel Horta, Manuela Ramírez, Ana Mª Sánchez, Alberto Plaza, Paco Cantón, Ana Guerrero o Inma Valverde. A todos
ellos les estoy muy agradecida y de todos tengo enseñanzas que se han quedado
grabadas, pero me gustaría sobre todo hablar de esta última, Inma Valverde.
Ella es pianista e imparte la asignatura de “Repertorio con
pianista acompañante” en el Conservatorio Superior de Sevilla “Manuel Castillo”, donde tuve la suerte de ser su alumna en los dos últimos años de carrera.
¿Por qué de entre todos los maravillosos profes que he
nombrado he decidido hacerle este pequeño homenaje a ella? Pues porque es una profe creativa, justa en la evaluación, cercana, súper dinámica, con
una organización clara, pero además de todo eso es una gran persona a la que
realmente le interesa el desarrollo INTEGRAL de su alumnado, haciendo incluso de coach si hace falta.
Ella es, sin duda, una profesora excepcional. Pero por mucho que la describa no alcanzaré nunca a hacerle justicia, así que me voy a limitar a contaros algunos recuerdos que tengo de sus clases para que os hagáis una mínima idea de lo genial que es.
Para empezar, imaginaos que llegáis nuevos a una clase y vuestra profe, tras mandarte analizar musicalmente la obra que vais a tocar con ella (lo que trabajábamos con ella eran “conciertos para guitarra solista”, es decir, obras que duraban entre 20 y 30 min en total), te preguntaba cómo era la película que te imaginabas en tu cabeza al escuchar la obra. Una vez que entrabas en esa dinámica lograbas ver en tu cabeza desde momentos románticos de pareja, hasta infidelidades y episodios bélicos.
La verdad es que la primera clase con ella sales así como… ¿pero y esta mujer de dónde ha salido y qué sentido tiene esto de imaginarme una película? El siguiente paso era cantarla, porque tú serás guitarrista pero ella no te va a dejar tocar nada hasta que no la hayas cantado enterita con musicalidad y sentido. Cuando ya lo tenías a la guitarra, venían las pruebas de memoria. ¿Qué es esto? Pues que empezaba a tocar la obra en el punto en que quisiera y tú, sin partituras, tenías que identificar qué parte estaba tocando y seguirla. Bueno, así escrito parece fácil, pero os aseguro que no lo es tanto.
Total ¿Cuál era el resultado de todo esto (tanta película,
tanto canto y tantas pruebas de memoria)? Pues que luego llegaba el día en que
tenías que tocarlo en público (el examen) y, si en algún momento te quedabas en
blanco por los nervios, lo cual es bastante común, en seguida te sabías reenganchar, porque así te había
entrenado ella. Además, las frases musicales tenían sentido, porque las habías
cantado hasta la saciedad.
Aun así, había veces que ciertas expresiones musicales no te
salían tan naturales como debía ser, y por mucho que lo intentabas no salía.
Pero ¡ahí estaba Inma para ayudarte! Ella tiene recursos para todo. Os pongo un ejemplo
concreto: había un pasaje con ritardando (para los que no sepan lo que es: disminuir gradualmente la velocidad) que no me estaba quedando bien y por
más que lo tocaba no llegaba a quedar natural. ¿Qué hizo? Me sacó al pasillo y
me hizo cantar el pasaje (sí, repito… en el pasillo del conservatorio) mientras
ella me dirigía el paso agarrándome de los hombros. Y, bueno, me moría de la
vergüenza, pero funcionó. Pillé lo que ella quería transmitirme y ya pude
trasladarlo a la guitarra. Esta mujer es una crack, tiene ocurrencias como esas
así, de repente. Vamos, lo que se conoce como persona creativa (y mucho).
Pero además de ser buena músico y profe, como ya he dicho,
es buena persona y se implica también en lo emocional si hace falta. Ella supo
identificar mi falta de confianza en mí misma y de seguridad. Así que, cada vez que mi inseguridad salía a la luz, hablábamos de ello y me proponía estrategias para trabajarlo. Por ejemplo, me mandó ponerme pósits
en mi habitación con mensajes que yo había admitido como verdaderos, tales como “Me gusta lo que hago y se me da
bien” “Puedo con ello” "confío en mi trabajo". De hecho, estos pósits los he conservado conmigo hasta este mismo verano, que se los pasé a otra persona que ahora los necesita. Así que no sólo me ayudó a mí,
sino que ahora también a llegado a otras personas.
En resumen: si tuviera que elegir a una persona como ejemplo del buen docente, sin dudarlo, la elegiría a ella.
Ojalá yo llegue a ser al menos la mitad
de buena profe que ella. Desde luego, al menos, lo intentaré.
Así que ¡GRACIAS INMA!
Esto va por ti ¡y demasiado corto se queda!
Creo que Inma estará orgullosa de tí y seguro que, como ella, también dejarás tu huella en tus futuros estudiantes. Casi siempre nos resulta fácil criticar a los que no lo hacen bien pero no nos molestamos en alabar a quienes sí lo hacen. Deberíamos hacerlo más a menudo.
ResponderEliminarTienes toda la razón. Creo que los feedbacks son muy necesarios, tanto si es de cosas a mejorar como si es de aspectos sobre los que felicitar.
Eliminar¡Gracias por lo que dices de la huella! Ojalá tengas razón y que esta, además, sea buena jeje ¡Gracias por comentar!
Pues sí, Inma está super orgullosa de tí Eli y te voy a decir porqué. El aprendizaje, como cualquier relación, es cosa de dos. Está el docente, que trata de transmitir algo, y el discente, que debe estar receptivo para recibir ese algo. Es cierto que me comprometo muchísimo en mi trabajo y pienso que la docencia hay que vivirla, experimentarla desde dentro, disfrutarla y enamorarse de ella cada día. Pero si queremos que todo esto llegue a buen puerto es necesario sí o sí que la otra parte confíe en lo que dices, se comprometa y se enamore igualmente, adquiera una fuerte disciplina de estudio y trabajo en casa y que tenga la santa paciencia de esperar a que la "magia" haga efecto, lo que solo ocurre después de mucho tiempo. Y tú has demostrado todo esto con creces. Ahí estabas, con tu pico y tu pala, aguantando la vergüenza y cualquier cosa que se me ocurriera hacer contigo. Porque son las personas como tú, las que tienen tantas ganas de aprender, las que asisten a clase con ojillos preguntones, con las que siento que todo lo que hago merece la pena. Así que este homenaje que me brindas, del que te estaré eternamente agradecida, es compartido contigo al 50%, que lo sepas. Y no solo estoy orgullosa de tu crecimiento profesional, sé lo que has trabajado en lo personal (ya te habrás dado cuenta que los dos caminos van de la mano). Estoy orgullosa de la mujer en la que te has convertido, honesta, segura de sí misma, alegre, con unas ganas inmensas de disfrutar la vida y comerse el mundo. Estoy segura de que vas a dejar una huella profunda y significativa por donde quiera que vayas, seguro que ya lo estás haciendo. Ojalá todos sigan tu ejemplo, hace falta mucho de esto en el mundo. Un fuertísimo abrazo, sigue así!!!!
ResponderEliminarJo, Inma 😭 Muchísimas gracias por todo lo que me dices! Llevo desde el día en que escribiste esto pensando en cómo responderte pero de verdad que es que no tengo palabras para ello. Todo lo que te pueda decir se quedaría corto, así que, una vez más, gracias por todo❤️
Eliminar¡Qué bonito homenaje Eli! Solo con leer las palabras que le dedicas me puedo dar cuenta de lo buena profesora que es y en cómo ha influido en ti. Me parece una suerte que el destino te haya puesto una profesora como ella en el camino. Además, estoy segura, conociéndote un poquito ya, de que tú serás por lo menos, igual de buena que ella. Es un gusto leerte, Eli 😊
ResponderEliminarSí, la verdad es que fue una gran suerte que me tocase ella como profe. Suerte que valoraré siempre.
EliminarGracias por tu comentario, María! Y ojalá tengas razón y pueda ser al menos parecida a ella como profe jeje
Gracias!!! ☺️
Ahora empiezo a entender la razón de este año. Hacen falta tantos profesores que de verdad entiendan que enseñar es cosa de dos... A lo largo de nuestra vida todos hemos pasado por docentes muy deficientes en su trabajo y con esas malas experiencias se va perdiendo la fe, pero descubrir que aún quedan personas con amor e ilusión por su profesión desde luego da esperanzas. ¡Así que ánimo y a por todas!
ResponderEliminarMuchas gracias!!! Sí, da esperanzas. Pero también resulta triste eso que dices de "descubrir que aún quedan personas con amor e ilusión por su profesión", porque creo que esa no debería de ser la excepción que sorprendiese, sino la norma general! Eso me parece triste 😣
EliminarGracias por leerme y comentar! ☺️
Wow! Impresionante! No sé con qué me he emocionado más, Eli, si con lo que has escrito de tu profesora o si con lo que ella te ha contestado. De verdad, sin palabras!
ResponderEliminarAy muchas gracias! La verdad es que tuve una profesora que vale más que el oro :) Gracias por leerme y comentar!
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